martes, 30 de marzo de 2010

Cosas nuestras


Buenas a tod@s, hoy vuelvo a despedirme, esta vez por un periodo más largo de tiempo, he de alejarme al menos hasta principios de julio de este mundo tan mío y tan querido desde el que acompaño mis actos en la calle con palabras para construir utopías realizables y necesarias. Me alejo, me despido por tres meses amenazando con volver con fuerzas renovadas. Cuestiones personales requieren de todos mis esfuerzos mentales, pero no descarto dejaros muy de vez en cuando algún poema, pues mi corazón necesita fraguar versos de vez en cuando para seguir latiendo. Lo dicho, nos leemos en tres meses, un abrazo a tod@s y gracias por estar ahí compañer@s. Os dejo un "penultimo" poema de regalo...

Venden sus mentiras
como si contaran realidades,
mienten como respiran,
ahuyentan las verdades
regalando sonrisas
encaladas de desvergüenza
cinismo y cobardía.
Y abajo seguimos todos,
todos los demás,
el resto,
“los restos” para ellos,
aguantando nuestras velas
a golpe de pulmón y letanías,
coleccionando cositas puras,
besos, que se yo,
rumores de alegría,
vaivenes marinos
cantados por peteneras,
palmas para nuestra desidia
rebeldía para nuestra condena,
la página primera del último libro,
los versos-balas del poema
que canta nubes victoriosas,
las noches fugaces de portales
donde incendiamos el deseo,
los sollozos tras la puerta,
las ideas que tuvimos
y fuimos perdiendo al caminar,
los vientos, los sueños perdidos
que nos hicieron adultos,
los niños que agazapados
bajo nuestra piel
lloran tres veces los fracasos,
los olores frescos
que quedaron atrapados
entre nuestras sencillas sábanas,
las palabras
los consuelos
los amigos que quedaron
y todos los que se fueron,
los abyectos salmos
que construimos en la calle
codo a codo
y piedra a piedra,
aportando sangre y huesos
ganas
sudores
libertad
y lágrimas en la batalla,
allí,
donde perdemos privilegios
para ganar en Dignidad.

Juan Antonio González Molina

8 comentarios:

  1. Soberbio poema, amigo. Un lujo para esta despedida.
    Esperaré los tres meses tu vuelta.
    Que tu usencia sea para bien.
    Hasta la vuelta.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Maravilloso poema. Cada vez se hace más dificil no leerte con la misma frecuencia, se extrañan tus versos.
    Pero si tus fuerzas deben focalizarse en lo otro, adelante! Sé que te va a ir muy bien!
    Beso grande!

    ResponderEliminar
  3. Juan Antonio:

    Magnífica construcción de lo que somos...y de lo que esperamos haber sido.

    Te deslizo un beso enorme, suerte y espero tu vuelta.

    ResponderEliminar
  4. Tres meses pueden ser sólo unos días..., o también pueden llegar a ser toda una eternidad...
    Tres meses sin leerte y sin tus, siempre esperadas, visitas pueden convertirse más bien en la segunda opción; porque el camino es árido y monónoto si no encontramos ese oasis donde refrescar mente y alma, dónde reposar para reponer fuerzas y seguir adelante.
    Pero el egoísmo no sirve de mucho en una travesía en la que necesitamos del "COMPAÑERO" que nos ayude a cruzar ríos y subir montañas; es por eso por lo que me quedo con tu "amenaza de vuelta", y por lo que deseo que todo te vaya como desees en esas circunstancias que ahora te conducen a otras "luchas".

    Como no podia ser de otra manera, nos dejas un buen sabor de boca con otro bello poema; muchas gracias.

    No olvides que te llevas, allá donde vayas, un pedacito de nuestro corazón.

    Mucha suerte, Juan Antonio.

    ResponderEliminar
  5. Juan Antonio, te deseo todo lo mejor. Esperaremos tu regreso, nos harán falta tus poemas en este caminar, en esta lucha diaria por tratar de construir un mundo mejor.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  6. Y yo volveré a pasear por tu orilla, porque me siento bien , y además lo necesito...esdificil de explicar pero es así.
    Guelve.. tres meses no son nada
    besinos

    ResponderEliminar
  7. Givés cuenta los días que faltan para que vuelvas.

    Espero que todo te vaya como esperas.

    Se te echa de menos...

    Un beso.

    ResponderEliminar
  8. un abrazo muy fuerte J Antonio y hasta la vuelta.

    ResponderEliminar

NANAS DE LA CEBOLLA

La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.

En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar
cebolla y hambre.

Una mujer morena
resuelta en lunas
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete niño
que te traigo la luna
cuando es preciso.

Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.

Es tu risa la espada
más victoriosa,
vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.

Desperté de ser niño:
nunca despiertes.
Triste llevo la boca:
ríete siempre.
Siempre en la cuna
defendiendo la risa
pluma por pluma.

Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.

Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.

Vuela niño en la doble
luna del pecho:
él, triste de cebolla,
tú satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
ni lo que ocurre.