lunes, 9 de diciembre de 2019

ME LLEGAS (SIEMPRE)


Me llegas padre al ALBA,

al cante lisonjero de la tierra

callada,

reclamando nuestras libertades

arrebatadas,



Nos llegas con la brisa

de cada día,

con tus pasos firmes

colmos de tierra y vida,



Me llegas en la brizna que cuenta

todas las Utopías,

en los puños generosos

quenlevantan barricadas

contra los sables viles

del canalla.



Y me llegas lúcido y valiente,

permanente en la luz cálida

del candil precario

de los nadie,

nos llegas en sus pies descalzos,

en sus huesos

y en su piel,

en su hacer clarividente

que demanda justicia,

justicia para siempre.



Y me llegas vibrante

hoy en el recuerdo,

tu mano sobre mi hombro

ahuyentando mis males

todos,



Me llegas padre, y nos llegas

eternamente,

como un faro límpido

y persistente

llamando fiel a la Rebeldía,

a la rebeldía urgente.



Nos llega abrumadora

tu llamada constante

a la insolencia colectiva,

a quemar las naves

sembrando futuro

bajo las aceras

y las calles,



Nos llega el horizonte

certero

de tus luchas dignas

de hombre nuevo,



Me llegas terco en el abrazo

de tu nieta VIOLETA,

cálidamente abierto,



y me llegas todo en tu sangre

bandolera

que reverbera ya valiente

en el bravo vientre

de mi COMPAÑERA,



Me llegas, nos llegas

Tú, Gigante

cabalgando sobre el viento

de este mes de diciembre

negro,

entre la esperanza

y el recuerdo,

Tú, tan gigante siempre

y cabalgando sobre el viento.


Juan Antonio González Molina

martes, 5 de diciembre de 2017

INCONDICIONAL


Y es que cuando yo te amo
y siento que tú me amas
la vida ya no da más tregua
a la muerte,
es como si desafiara
-ferozmente-
al tiempo y la memoria,
es como si ya no quedara,
como si ya no fuera posible
otro rumor que el viento
acariciando tenuemente los páramos
emancipadamente abiertos,
que cobijan frugales
los cuerpos desnudos
de aquellas que juramos
cambiar a dentelladas
los pliegues adustos de este mundo.

Y es que cuando yo te amo
y siento que tú me amas,
el universo desiste de existir
más allá de tu mirada,
para contarme a mí,
para contarnos a todas
desde la utopía revolucionaria
de tus pupilas,
que ya por siempre será primavera
sobre nuestras impúdicas costillas
de amantes eternas.

Juan Antonio González Molina

viernes, 9 de diciembre de 2016

CUANTO...


Duelen hoy mil veces más
las aceras grises que suelo pisar,
las fotos en blanco y negro
en las que abruma tu sonrisa,
los ojillos color miel
-que no te conocen-
pero que estos días te lloran
tanto como te lloramos todas.


Duele tanto hoy el día a día,
tomarse un café caliente,
sentirse vivo añorándote,
sabiendo cuanta falta me haces,
nos haces,
le haces al mundo este
que se empeña en ir a la deriva.


Y cuanto te sigo echando de menos
padre mío, cuanto...

y Cuanto me gustaría que pisaras
firme la calle nueva que ando construyendo,
las baldosas del pasillo abierto en el que vivo,
las esquinas que tu nieta vuela
a golpe de caderas y fantasía;
Cuanto me gustaría que la llevaras de la mano
por la calle,
que le enseñaras a ser como tú,
valiente, justa y solidaria,
sencillamente eterna...

Y cuanto, cuantísimo
me gustaría que te miraras profundo
en los ojos en los que me pierdo,
en los que he decidido perderme para siempre,
plantarme, no salvarme, entregarme
sin corazas ni amuletos;
que contaras con ella como lo hago yo,
no hasta dos o hasta diez,
si no para saber a ciencia cierta
que ella es la compañera
que me hace invencible.

Y cuanto me gustaría que supieras de mi alegría,
del camino lento pero firme que voy recorriendo,
que lindo sería recorrerlo a tu lado padre,
(en verdad estás, te tengo en cada paso que doy)
y cuanto me gustaría que tu sangre revolucionaria
regara los horizontes que esperamos,
que trabajamos de a diario en el barrio,
en el tajo y en la calle,
cuanta falta haría tu clarividencia en la batalla,
esa entrega tuya perpetua,
la revolución constante que practicabas
desde el portal de tu casa
y hasta el futuro abierto que anhelabas,
y que todas vamos cultivando
golpe a golpe,

Cuanto me gustaría abrazarte padre
y cantarte al oído lo mucho que te quiero,
lo mucho que necesitan mis manos
de las tuyas,
mi alma de tu presencia gigante,

hoy, como ayer y como siempre,
te sigo echando tanto de menos... 


viernes, 25 de noviembre de 2016

A MARCOS ANA

Hasta siempre compañero. Nos dejó Marcos Ana, cuanto nos enseñó simplemente viviendo de la manera en que lo hacía:

"Mi pecado es terrible;
quise llenar de estrellas
el corazón del hombre"

Y lo llenaste compañero, el mío y el de miles de mujeres y hombres, que pasaron por tu vida o que supieron de ella. 23 años de prisión en los que no pudieron detener tus ansias de justicia social, en los que encontraste en los versos que regalabas al universo la manera de ser libre entre barrotes, la manera de ayudar a los tuyos, a los nuestros. Leer "decidme como es un árbol" debería ser una obligación para los chavales y chavalas de este país, una vida dedicada a los demás, que es la mejor manera de dedicarse a uno mismo como bien decías, una vida de entrega solidaria, de defensa de los humildes, de los y las de abajo, de nuestra clase, la clse obrera; una vida como ejemplo para muchos compañeros y compañeras que deberían pararse un poco y entender que el socialismo, el comunismo no se aprende en una facultad ni leyendo libros y libros de teoría política, ni es cosa de estrategias y tácticas, no se trata fidelidades a siglas o facciones, de pisar las instituciones como fin último, de pensar en nombre de los nuestros. Porque TÚ compañero, TU VIDA con mayúsculas le da sentido a tantas palabras hermosas que muchos y muchas usan como si tal cosa, TÚ nos enseñaste el verdadero significado de la LIBERTAD, LA JUSTICIA SOCIAL, LA SOLIDARIDAD... EL COMUNISMO en definitiva.

Me diste tanto compañero, amigo, camarada, que como mínimo siento la necesidad de regalarte unos versos, humildes y sencillos (como tú nos enseñaste a ser en la lucha diaria), pero que salen de lo más profundo del alma... Para ti persona grande, porque las comunistas del mundo te llevaremos siempre ajado en nuestros corazones y nuestros puños en alzados:

Hoy pisar la calle duele compañero,
tomarse una taza de café caliente,
sentirse cómodo en el sofá
o pararse a hablar de cualquier cosa con la gente.

Duele mirar a los ojos de la persona a la que amas
para sentirse libre, a salvo, en casa;
sentir el primer sol de la mañana
estallando en tus sienes,
sonreir en este día triste duele poeta,
duele mucho no contarte ya entre las estrellas
que enardecen mi dormitorio paciente.

Duele el frío del invierno terco
que hoy cala hasta los huesos,
porque llevo tiritando el alma compañero,
porque es tu ausencia sobrevenida
la que corta el aire espeso
que devora todos los espacios que hoy habito.

Duele hasta coger la tiza esta mañana,
duele cada letra que empuñaste
para construir utopías lindas,
cada una de las benditas palabras-balas
que arrojaste contra la tierra callada
que hoy te llora.

Hoy poeta, esta mañana tan gris
nos duele a todas respirar,
exhalar el aire como si nada,
vivir esa vida que ya te falta,
sentir la herida última de tu ausencia-presencia eterna
nos duele y dolerá para siempre compañero.

Hasta siempre Marcos.

http://www.publico.es/opinion/ejemplo-marcos-ana-arma-cargada.html

lunes, 20 de junio de 2016

ESO ES LO TUYO


Llenar de luz las estancias
y los oscuros caminos,
de colores la mañana
y de palabras
los blancos muros del futuro,

Arañarme el alma sin decir nada,
un gesto, una caricia,
un beso tuyo basta
para “algarabiar” mi sangre
cansada,

Eso es lo tuyo,
ni más ni menos,
la voz y la tierra,
fraguar horizontes
plenos y abiertos
a golpe de caderas,
dormir poco
y soñar mucho,
entretejer historias lindas
en los confines estrellados
del Universo nuestro,

Pasar siempre en silencio
repartiendo algaradas fulgentes
y sinceras
como tu mirada
profunda y queda,

Eso es lo tuyo compañera,
arder de amor en la noche
eterna que no sabe de prisas
ni quejíos quebradizos,
liquidar las manecillas del reloj constante
que perece sobre tus costillas
hermosas y desnudas...

Eso es lo tuyo Ana,
la última canción que me llevo
a los labios esta noche,
la luna entera
enhebrada en tu melena negra
como el betún,
un suspiro disparando solemne
contra la desidia,
un conjuro frente a la agonía
de los días grises
del pesado calendario,

Eso es lo tuyo,
convertir un beso en una liturgia
divina con la que incendiar
los agravios de a diario,
hacer patria de un lunar bendito,
trocar heridas por sonrisas,
traer de vuelta los corazones
perdidos en las ruedas insoslayables
del tiempo maldito.

Eso es lo tuyo compañera,
la frente calma de mujer valiente,
cinco puntas en la estrella,
el yantar de las olvidadas
encontrando su acomodo
bajo los volantes libres de tu falda,

Eso es lo tuyo Ana,
atracar mil amores
en los puertos del alba,
las venas abiertas de pasión,
tus vientos peinando los días,
la noche henchida de besos lentos,
la calle y la vida,
los puños cerrados clamando Libertad
al son de tu paso firme.











Juan Antonio González Molina

lunes, 16 de mayo de 2016

QUÉ LINDO

Que suerte hallarte firme
entre mis escasas certezas,
no contarte entre los millones de dudas
que se acumulan pesadas bajo mis párpados,
que hermoso saber que existe un lugar
donde me gusta tanto estar,
pasar sin esperar ni exigir nada,
encogidito entre tus costillas,
gigante frente al horizonte abierto
de tu mirada de cobre,
donde el viento fragua vaivenes
de pura primavera
para desbrozar las cenizas del tiempo.

Qué relindo encontrar lumbre
entre las tinieblas,
candiles de utopía
tintineando en cada beso,
suspiros sinceros de dos corazones
que se encuentran en el camino,
la algarabía del alma tiritando
ante la vida,
una caricia que eriza los pliegues
profundos del centro mismo del amor.

Qué bueno mis manos temblando
sobre tu cintura,
las razones que perdimos
cuando enterramos las corazas
con los ecos de sables de la monotonía,
la entrega sin condiciones ni cadenas viejas,
el clamor valiente de los claveles
ensartando labios rotos de pasión,
un nombre, una palabra aguda y preclara,
una noche, dos, tres lunas cascabeleras
para ser libres más allá del marco de mi ventana...

qué bueno compartirnos compañera
sin más motivos que las ganas de ti,
de mí, de ser nosotros francos y desnudos
frente al alfeizar candoroso del futuro.

Juan Antonio González 

(Óleo de Cristina Calle Cordero)

domingo, 8 de mayo de 2016

SOÑARTE



Remendar jirones
a golpe de besos,
blandirme al jaleo
que sucede al silencio,
acuñar alforjas de futuro,
enhebrarme silente en tu pelo,
anudarme desnudo
a tus brazos puros de terciopelo.

Y prenderme ingrávido
del balcón de tus pestañas
para estañar esta linda utopía
a los bordes próximos del alma,

Contarte, soñarte en un verso perpetuo,
en los pisotones que enjaretan mi camino,
ovillarme franco en un humilde pretexto
para que me lleves contigo…


Acrílico sobre lienzo de C. Calle Cordero


NANAS DE LA CEBOLLA

La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.

En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar
cebolla y hambre.

Una mujer morena
resuelta en lunas
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete niño
que te traigo la luna
cuando es preciso.

Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.

Es tu risa la espada
más victoriosa,
vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.

Desperté de ser niño:
nunca despiertes.
Triste llevo la boca:
ríete siempre.
Siempre en la cuna
defendiendo la risa
pluma por pluma.

Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.

Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.

Vuela niño en la doble
luna del pecho:
él, triste de cebolla,
tú satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
ni lo que ocurre.