domingo, 10 de enero de 2010

GANAS DE LLORAR


Lágrimas que no serán viento
ni acabarán sepultadas bajo la nieve,
que arderán como el fuego,
que caerán a mis entrañas
como el rocío de invierno
a la mañana.

El espejo de mi cuarto
me dedica una mueca,
casi un gesto completo
de hombre roto,
cansado, muy cansado;
Mientras, a lo lejos,
un ruiseñor ronco
amenaza el alba
con su trinar desvalido
de poeta muerto.

Sufro de “Ganas de llorar”,
el sonajero comúnmente extraño
que acompasa mi corazón
agita tempestades,
suena a llanto cándido
de noche de sábado,
estrena un tintineo atroz
de madrugada rebosante
y postrero beso de estación.

Y Lloro, lloro al fin
porque te has marchado,
porque te has ido,
porque ya no estás aquí,
porque sé a ciencia cierta
que nunca vas a volver.
Lloro desconsoladamente
-como nunca lo había hecho antes-
un río de angustia va recorriendo
una a una mis vértebras:
es el Miedo.

Despierto del revés,
llevo el `don´ de tu sangre en mis venas
y entre los dedos negros
de mis manos de ceniza
apenas si me queda,
apenas si alcanzo a vislumbrar
la borrosa puerta de arena
por la que tú te fuiste
y yo te vi marchar.

Fuera, los niños juegan alegres
con sus gorritos de lana y sus guantes,
es invierno,
hace frío,
nieva nieva y nieva
pero los niños juegan.
Pareciera que el mundo
(sórdido y liviano)
se hubiera dividido en dos:
uno vivo y cotidiano
lleno de nubes, niños y palomas;
otro gris, ajeno y yerto
del que tus ojos se volaron para siempre.

Juan Antonio González Molina
(Foto de Juan Yanes sobre una escultura de Igor Mitoraj)

15 comentarios:

  1. Las gotas de tus lágrimas van rodando por las calles, humedecen el espacio y el viento... Se impregnan en cada uno, se alejan, y vuelven.

    Me gusta que me llames compañera.

    Abrazo inmenso

    Rosario

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  2. Tu poema me ha hecho revivir momentos de nostalgia, de tristeza, incluso de impotencia, de incredulidad, de desgarro interno, momentos en que el vacío es tan grande que las lágrimas, aunque necesarias, no son suficiente.

    Incluso "las ganas de llorar" se han apoderado de mí, fruto de la lectura de tu precioso poema que, inevitablemente, me ha evocado recuerdos que mi memoria ya había calificado de "proscritos" en el apartado de "olvidados por dolorosos".

    Precioso poema, Juan Antonio.

    Un abrazo.

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  3. No sé como he llegado hasta aquí, pero lo que sé es que me gustaron tus palabras, tan cercanas. Me gustaría, si no te importa, poner un enlace de tu página en mi blog, para poder leerte. De acuerdo?

    Saludos

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  4. Desgarrador. Las lágrimas no son simples gotas de agua y tu has sabido definirlas a la perfección =)

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  5. muchísimas gracias por tu comentario compañero! tengo poco tiempo ahora, pero leeré con más detenimiento este blog, que pinta muy muy interesante.
    muchas gracias de nuevo, con esos comentarios se construye y da ganas...

    saludos desde acá.
    agus-

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  6. Vagabundeando por blogs me topé aquí. Leí los últimos post y la verdad muy interesantes, sobre todo este último. Muy pulido el texto. La verdad me gustó mucho.
    Saludos...
    Gonzalo...

    alguienqueandaporalli.blogspot.com

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  7. Nada ni nadie se va si no lo destierras tú mismo, permanece en la mente agarrado a cualquier vivencia, cualquier recuerdo...
    Gráfico tu poema, compañero

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  8. Hermoso poema, hermosa utopia... nunca dejar de soñar.
    Hasta la Victoria Siempre.
    Un abrazo.
    BB

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  9. Esquisito poema. Me ha hecho sentir... no sé como describirlo, pero era algo real, que se podía palpar.

    Muchas gracias por pasarte por mi infinito ^^

    Bisous!

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  10. Hola amigo , me encanto leer tu poema es extraordinario la forma de expresar los sentimientos y las lagrimas en este poema me han hecho pensar y sentir ....te felicito por ello .

    .Un abrazo de amistad de MA desde Granada .

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  11. Juan Antonio ¡bello poema! no se puede expresar mejor lo que se siente cuando hay que decir adios irremediablemente.

    Sinembargo, aquello que parece ser el fin, es tan sólo el comienzo de nuevas experiencias, muchas veces de más belleza y de más intensidad que las anteriores.

    Alguna vez oí decir que lo importante no es lo que nos sucede, sino como lo enfrentamos.

    ¡Vamos! a disfrutar de la alegría de esos niños jugando, de ese ruiseñor ronco pero que a pesar de ello canta.

    ¡Vamos... que otros ojos estan esperando tu mirada!

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  12. JUAN,gracias por el comentario tal vez sea asi como lo decis!
    un abrazo
    lidia-la escriba
    http://www.deloquenosehabla.blogspot.com

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  13. Juan, Muito Lindo seu Poema.
    Gracias. Obrigada por seguir meu Blog, por seu comentário. Estou aqui também.

    Beijo com ternura.

    Jacque

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  14. ""...Y Lloro, lloro al fin
    porque te has marchado,
    porque te has ido,
    porque ya no estás aquí,
    porque sé a ciencia cierta
    que nunca vas a volver.
    Lloro desconsoladamente...""

    Y quién se salva hoy en día de estas lágrimas...¿?

    ____________________


    REALMENTE GENIAL.


    :)

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  15. Uff, esas lágrimas. Qué bien que hace a veces llorar Juan. Fundamentalmente cuando esas lágrimas están acumuladas en algún lugar puntual que no llegamos a distinguir y sobre todo cuando el llanto cae en forma de poema (más aún si el poema es tuyo).
    Sabés? Dicen que las lágrimas deben ser besadas antes de terminar de caer, mientras ruedan por las mejillas. No sé si cura el dolor (de hecho, mi escepticismo lógicamente me lo niega), pero los besos siempre son tan lindos.

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NANAS DE LA CEBOLLA

La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.

En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar
cebolla y hambre.

Una mujer morena
resuelta en lunas
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete niño
que te traigo la luna
cuando es preciso.

Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.

Es tu risa la espada
más victoriosa,
vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.

Desperté de ser niño:
nunca despiertes.
Triste llevo la boca:
ríete siempre.
Siempre en la cuna
defendiendo la risa
pluma por pluma.

Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.

Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.

Vuela niño en la doble
luna del pecho:
él, triste de cebolla,
tú satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
ni lo que ocurre.