domingo, 6 de diciembre de 2009

AMINETU



En la mirada
llevas un pueblo entero,
con todos sus mártires
torturados o muertos
exigiendo libertades;
con sus niños de la arena
soñando con mares vivos
y lunas nuevas;
con su historia digna
de sueños cercenados
a golpe puro de tiranía;
con la Verdad
de todas las mujeres
y todos los hombres
que creemos en esa mirada tuya
de Justicia y Libertad.
Mirada constante
de diminutos ojos
Y alma gigante
-Hermosa y valiente-
donde crecen
las flores de la esperanza,
la palabra clara del poeta
que anhela contar en sus versos
la vuelta de tu pueblo
a su añorada tierra.
En tu mirada, Aminetu,
estamos presente todos,
consternados
rabiososy tristes,
tristes pero firmes
como Tú:
ejemplo puro de lucha
y compromiso.
En tu mirada compañera
del alma mía
sigue viva la sangre roja
de los caidos,
la llama ardiente
del combatiente del desierto,
los deseos libertarios
de los hijos nuestros del viento,
las nubes y el olvido.

Juan Antonio González Molina

Este poema lleva mi corazón encogido en cada verso. Está dedicado a Aminetu Haidar que lleva ya 20 días en huelga de Hambre después de que las autoridades Marroquíes le retiraran su pasaporte cuando Aminetu llegó a El Aiun tras recibir un premio en Nueva York por su lucha por los derechos humanos. Tras retirarle el pasaporte la metieron en un avión contra su voluntad y la enviaron a España, donde el gobierno español permitió su entrada convirtiendose así en cómplice de su "secuestro". Aquí os dejo también la carta que le envié, y de la cual surgió el poema que acabais de leer:

En la firmeza de tu mirada vive un pueblo entero: 350.000 Saharauis que desean volver a vivir pacificamente en su tierra. Un Pueblo digno que lleva más de 30 años luchando por recuperar aquello que le pertenece. Un pueblo que tiene su corazón dividido entre la dureza de la inhóspita Hammada Argelina y el estado de represión salvaje que sufren los saharauis de los territorios del Sáhara Occidental ocupados por Marruecos.
En la pureza de tu mirada estamos presentes todas y todos aquellos que creemos firmemente en la justicia. Todas esas personas que creemos en el derecho de los pueblos a elegir su futuro. Personas anónimas que a través de la solidaridad hemos puesto, ponemos y seguiremos poniendo nuestro granito de arena en la lucha por la autodeterminación del Pueblo Saharaui.
En la luminosidad de tu mirada justa, están la esperanza, la fuerza y un ejemplo claro de dignidad y entereza que nos hace creer y pensar que otro mundo es posible.
Esa mirada tuya -firme, pura y justa- deja al descubierto las vergüenzas de un gobierno tiránico y asesino como el marroquí, y señala con dureza la lamentable complicidad del gobierno español, que no sólo no exige justicia y respeto por los derechos humanos a Marruecos, sino que participa de la abobinable política represiva de Mohamed VI perminitiendo que se consume en nuestro suelo el ominoso destierro al que te han sometido.
Aminatu, en esa mirada llevas a todo un pueblo, el Saharaui, con todos sus mártires, con todos los asesinados, detenidos, torturados y represaliados por el régimen Alauita desde 1975. Tú, compañera, eres un sol vivo ardiendo en los corazones de tu pueblo y de todos aquellos y aquellas que creemos en su Libertad. Tú, querida Aminatu Haidar, eres ante todo y sobre todo un ejemplo para todos los que creemos en que Otro Mundo es Posible, un mundo más solidario, más humano, más justo y más digno.
No estás sola compañera, tu lucha es la nuestra, tod@s estamos contigo.
VIVA EL SÁHARA LIBRE!!!

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NANAS DE LA CEBOLLA

La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.

En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar
cebolla y hambre.

Una mujer morena
resuelta en lunas
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete niño
que te traigo la luna
cuando es preciso.

Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.

Es tu risa la espada
más victoriosa,
vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.

Desperté de ser niño:
nunca despiertes.
Triste llevo la boca:
ríete siempre.
Siempre en la cuna
defendiendo la risa
pluma por pluma.

Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.

Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.

Vuela niño en la doble
luna del pecho:
él, triste de cebolla,
tú satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
ni lo que ocurre.