jueves, 14 de enero de 2010
LOS DE SIEMPRE
Siempre sufren los mismos,
los de siempre,
los descalzos,
los niños viejos del churrete
en la mejilla,
Los “andrajos” que no tienen
su cuentita en Las Barbados,
los de siempre,
de mirada cansada,
juguetes inválidos
que sirven no más que de basura
para el monstruo grande
de colmillos feroces
y olvido presente,
los tristes,
los de siempre,
los que nada poseen,
los que nada pueden,
los Nadie,
siempre sufren los mismos,
los de siempre,
los que por no tener
no tienen ni manteles
en los que poner la mesa,
en los que entretenerse
con las estrictas migajas que les quedan,
los innecesarios,
los que han sido marcados dos veces
por la furia del destino,
los que no perecen ni mueren
porque tan siquiera existen,
siempre son los mismos,
los de siempre,
los chiquillos de la guerra,
los que por no poder no pueden
ni amarrarse los cordones,
los de siempre,
los padres sin respuestas,
las madres sin consuelo,
los molestos misereres
que van descuadrando los números,
los de siempre,
los humillados, desahuciados, solos
vagabundos de la nieve,
los mismos,
los de siempre,
que se van
y se vienen
con su casa sobre la espalda,
los callados, los silenciados
que se duermen
con el alma entre los dientes,
los de siempre,
los que portan dolorosa
su herida penitente
en la suela de un zapato roto,
las barrigas ciegas que no obtienen
resuello ni acomodo
en “el pan suyo de cada día”,
los de siempre,
los que no son,
los que no existen,
los mismos que lloran siempre,
los de siempre.
Juan Antonio González Molina
(Vaya dedicado este poema a los parias de la tierra en general, y muy particularmente hoy, a los que han perdido su casa, su gente o su propia vida en el terremoto que ha asolado Haití, que de antes ya estaba terriblemente asediada por la pobreza. Por ellos, para ellos, porque siempre son los mismos los que sufren las inclemencias del capitalismo y en este caso, de la naturaleza. Porque un día alzarán sus voces y el mundo temblará de miedo y de vergüenza)
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NANAS DE LA CEBOLLA
La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.
En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar
cebolla y hambre.
Una mujer morena
resuelta en lunas
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete niño
que te traigo la luna
cuando es preciso.
Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.
Es tu risa la espada
más victoriosa,
vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.
Desperté de ser niño:
nunca despiertes.
Triste llevo la boca:
ríete siempre.
Siempre en la cuna
defendiendo la risa
pluma por pluma.
Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.
Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.
Vuela niño en la doble
luna del pecho:
él, triste de cebolla,
tú satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
ni lo que ocurre.
La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.
En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar
cebolla y hambre.
Una mujer morena
resuelta en lunas
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete niño
que te traigo la luna
cuando es preciso.
Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.
Es tu risa la espada
más victoriosa,
vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.
Desperté de ser niño:
nunca despiertes.
Triste llevo la boca:
ríete siempre.
Siempre en la cuna
defendiendo la risa
pluma por pluma.
Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.
Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.
Vuela niño en la doble
luna del pecho:
él, triste de cebolla,
tú satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
ni lo que ocurre.
Muy bueno lo que escribiste. Viste, que terrible lo que pasó, ver a la gente llorando, desesperaba por no sabes siquiera donde está un familiar, fue muy fuerte.
ResponderEliminarSi Juan Antonio, pero temblarán sólo de miedo, porque verguenza no tienen. Ha quedado demostrado que no es que no sabían, que no se daban cuenta lo que hacían, ya sabemos que saben muy bien lo que hacen y por qué lo hacen.
ResponderEliminarLos causantes de los males que aquejan a la humanidad, son seres sin escrúpulos, indignos y perversos, y nunca entenderán otra forma de ver la vida y los seres humanos, sino como algo que se compra y se vende.
Todo lo que no redunde en beneficios económicos no vale la pena para ellos, ya sean personas o cosas, pues no diferencian uno de otro.
Un mundo mejor es necesario y ya sabemos que también es esposible!
Un abrazo grande
Lo dijiste todo y perfectamente claro.
ResponderEliminarNo hace falta agregar más.
Gracias y saludos
Me encanta:)
ResponderEliminarAyer intentaba escribir algo sobre esto...de verdad sin palabras!
un besito
CRUDO Y SUTIL...
ResponderEliminarMUY BUENO, Y DECIR ESTO SERÍA UNA MALA FORMA DE ADMIRAR ESTE POEMA...
COINCIDO CON MARIANÍ... NUNCA TENDRÁN VERGÜENZA.
SALUDOS.
Sin más palabras que las tuyas ya dichas.
ResponderEliminarabrazo inmenso.
Y sin embargo, es suficiente con que un hombre lo denuncie, lo escriba, para que nuestras voces se erijan en ella. Es la maravillosa trama de la poesía. Gracias poeta.
ResponderEliminarGrosso texxto.
ResponderEliminarme pregunto porqué
escritos como estos
no suelen estar
en las portadas de
los periódicos mundiales.
bah, no me lo pregunto más,
está clara la complicidad generalizada.
Salud y clasismo.
p4
... Lamentablemente es asi, cambiemos esto, hagamos algo, armemos la utopia, gracias por tus letras.
ResponderEliminarUn abrazo.
BB
pues asi de invasiva es la vida de quienes estan excluidos,del entramado social...
ResponderEliminargracias
lidia-la scriba
http://www.deloquenosehabla.blogspot.com
excelente, se me puso la piel de gallina
ResponderEliminarmuy bueno amigo, por desgracia asi es la vida... Un abrazo, te sigo
ResponderEliminarNo existimos porque pensamos, sino porque alguien piensa en nosotros.
ResponderEliminarMe parece un bonito regalo que les regales ese privilegio, además con un estilo tan bonito.
No hay palabras bonitas, ni feas, sino necesarias, como es el recuerdo.
Muchas gracias por pasarte por mi blog, invitado estás a quedarte en el pequeño circulo donde los rayos de luz y felicidad consiguen llegar a tierra interponiendose entre tanta nube.
Un abrazo, cariño y libertad-
PD: háblame de tú y existimos un poco más o un poco mejor :)
Por cierto, esa frase que tienes de Bertold, suena genial en la voz de silvio rodriguez. A soñar~
ResponderEliminarHola Juan Antonio muy buen poema escrito en defensa , y apoyo se los más desfaborecidos y marginados,los más pobres por medio de las palabras escritas suena la voz y nos unimos todos para que no haya más injusticias en el mundo .
ResponderEliminarUn abrazo de amistad blogera de MA desde Granada
Gracias por tu comentario dejado en hermosas palabras escritas en mi blog .
Hola Juan Antonio
ResponderEliminarestupenda tu poesía
estupendo el aire que nace de tu poesía
y nos cambia la página
es decir
que parpadeé después de mucho tiempo
y me siento humano.
Jorge Leroux
México.
Estaba en mis vacaciones. No quería usar computadoras ni televisores ni teléfonos ni nada que alterara esa paz que uno busca cuando intenta relajarse aunque los mortales normales sabemos muy bien que tal relajación es un mito. A las 9 de la noche todos los días prendía mi celular durante diez minutos por si debían avisarme de alguna urgencia. Ese día prendí mi celular y tenía un mensaje de texto que decía ni más ni menos "prendé el tele". Y realmente no pude creer, cuando lo hice, como de un momento a otro una sociedad se devasta por completo, desaparece. Y lógicamente la rabia, la intensa bronca de esto que vos planteás, de quienes la sufren siempre. No voy a caer en la bajeza de decir que hubiese sido mejor que esto sucediera en yanquilandia, porque considero que nadie lo merece (bueno, en la casa blanca al menos podría haber sido..). Pero creo que hay sectores queya están tan pero tan golpeados que no pueden más, que no es justo, que voy descubriendo (o que ya descubrí hace demasiado pero ahora lo voy exteriorizando) que la justicia no existe y que tampoco entiendo porqué ni cómo nosotros existimos. Que no puedo creer que haya gente que todavía habla de un dios o una divinidad, o algo más allá que tenga la potestad de decidir quién es bueno y quién malo o quién merece morir y quién no. Tétrico. Duro. Escalofriante. El mundo es esto. El gran problema es qu enosotros somos el mundo, de alguna manera (o de gran manera) responsables de esta desgracia.
ResponderEliminarY por supuesto todo lo que surge después, de repente todos son buenos. Que alguien me explique entonces porqué EEUU no se acordó antes de ese país. Porqué todos no nos acordamos antes de sus condiciones. Porqué siempre necesitamos ese cachetazo para ver la catástrofe. Porque la catástrofe, vos y yo lo sabemos, no ha sido solo el terremoto y todo lo que devino. Ya estaba instaurada. Pero a nadie le importaba.
Cariños Juan. Excelente poema. Esperemos que ese temblor, el otro, se haga realidad.