Dime tú
que puedo esperar de tu sonrisa,
existes en las tablas quejumbrosas de las puertas
en el susurro tenso de la brisa
entre el mar y la esperanza
con la voz del puerto como pesadilla.
Dime tú
que puedo esperar de tu mirada,
existes como un hada en este cuento
en el tormentoso fragor de la batalla
con flores de armisticio en el vientre
y un verso de Neruda como espada.
Dime tú
que puedo esperar de tus manos,
existes en la savia breve de este árbol
con la noche oscura del ocaso por pecado
en todos los colores que te nombran
sobre el trigo que amortigua nuestros pasos.
Dime tú,
háblame sin prisas de lo que fuimos,
cuéntame de aquellas luciérnagas ciegas
que enlucían rebeldes los pasillos,
es mejor no esperar nada
conjugarme contigo en las pausas del camino.
Juan Antonio González Molina
(Pintura de Pedro Ponce de León:
Hermoso canto a la resignación. Muy bello, enhorabuena.
ResponderEliminarVolveré.
Suena a esos momentos tan tristes que algunos llaman "despedidas". Esos momentos en los que se sabe que ya no hay nada por salvar, y sin embargo hubo tanto, tanto que pudo haberse hecho a tiempo y no se hizo... Como duelen esos instantes de reconciliación irreconciliable.
ResponderEliminarPrecioso poema Juan.
Cariños!
Recorde la tristeza de aquella despedida...
ResponderEliminarHermoso...
Si se pide, es posible que seamos defraudados, pero si no se espera nada, nos deslumbraremos a cada paso. Un gran abrazo.
ResponderEliminarHermoso, la verdad me encantó lo que escribiste. Mientras leía me iba acordando de momentos pasados donde a veces me preguntaba o repetía varias frases de las que nombraste.
ResponderEliminarUn abrazo grande!
compañero de letras y otras yerbas,te saludo!
ResponderEliminarya sabes que escribir es un poco como dar vida,a las imagenes y pensamientos,excelente!
saludos
lidia-la escriba
¿Y si me quedo sin palabras?
ResponderEliminarEn la ausencia que abruma, tu clamor conmueve. Con unos versos deliciosos, insurrectos de pasión en la agonía que lo edifica.
ResponderEliminarun abrazo
salud compa!
que lindo :) me gustó mucho, muy bueno
ResponderEliminara la espera...tranquilo...
saludos grandes!
agus-
Precioso el poema. Bellisimo.
ResponderEliminarBesos y amor
je
Carmen Monlins
Tu poema suena a triste despedida, ese adios que cuesta tanto encontrar, ése que nos quita el sueño aunque sabemos que es necesario y saludable, ése para el que nunca estamos preparados y que es imposible aprender...
ResponderEliminar"...Dime tú,
háblame sin prisas de lo que fuimos,
cuéntame de aquellas luciérnagas ciegas
que enlucían rebeldes los pasillos,..."
Me encanta esta parte. Pero todo él es hermoso porque está embriagado de sutileza.
Un beso, Juan Antonio.
Hola¡
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Te digo yo que ojalá nunca se tuviera que decir un adiós, todo es más fácil con un : hasta luego.
ResponderEliminarTe sigo, como siempre:)
Yo siempre digo "ciao", que tanto puede ser hola como adiós.
ResponderEliminarMUA!
Juan Antonio, !Me haz deslumbrado! En serio te lo digo, tu poema está muy bien logrado, en el fondo y en la forma. Preciosas imágenes.
ResponderEliminar!Felicitaciones!
Y mi abrazo inmenso.
Rosario
Compañero que fantástico encontrarse contigo al cabo de los días y semanas, un aliciente poético sus palabras.
ResponderEliminarUn beso.