Somos indignación,
rabia contenida,
sangre
humildemente repartida
por esta España muerta
de puros y maletines,
de fiestas caras y sonrisas vanas,
de canallas y desvergüenza.
Somos calle,
eco sonoro y puro
de los nada,
de los nadie,
de las sombras ciudadanas
reducidas a cenizas,
desoídas,
acalladas,
desposeídas
hasta de la palabra.
Somos viento
No de vela
No de mar
No de paso,
viento rebelde
que viene a quedarse,
que ha tomado la calle
con la excusa inexcusable
de la verdad y la justicia,
con las ganas del 68
y su rumor clandestino
pero sin invocar al pasado
porque el presente más presente
sigue siendo su destino.
Viento ligero
calmo pero firme
viento añejo
sin banderas ni delirios
Viento nuevo
que descorre amaneceres
con los pies fijos en el suelo
y el alma apuntando a las nubes.
Viento sin dueño,
libertario,
rebelde
clandestino,
Viento de todas
y todos,
Viento sin decoros
ni amasijo de traidores,
Viento limpio, viento cierto
como aquella tarde preclara
en que se fraguó la Revolución
de tomar con ideas y propuestas
todas las plazas de España.
Somos viento
y ya marchamos,
cabalgamos de nuevo
hacia Utopía.
Juan Antonio González Molina
Precioso poema, Juan Antonio! Desde el primer día estoy apoyando enérgicamente a este movimiento, a la distancia, pero no importa, estoy ahí y sé que van a triunfar pese a todo.
ResponderEliminarUn beso grande!
Que honor visitar tu blog realmente cuentas con grandes artículos que disfrutar.
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