Me llegas padre al ALBA,
al cante lisonjero de la tierra
callada,
reclamando nuestras libertades
arrebatadas,
Nos llegas con la brisa
de cada día,
con tus pasos firmes
colmos de tierra y vida,
Me llegas en la brizna que cuenta
todas las Utopías,
en los puños generosos
quenlevantan barricadas
contra los sables viles
del canalla.
Y me llegas lúcido y valiente,
permanente en la luz cálida
del candil precario
de los nadie,
nos llegas en sus pies descalzos,
en sus huesos
y en su piel,
en su hacer clarividente
que demanda justicia,
justicia para siempre.
Y me llegas vibrante
hoy en el recuerdo,
tu mano sobre mi hombro
ahuyentando mis males
todos,
Me llegas padre, y nos llegas
eternamente,
como un faro límpido
y persistente
llamando fiel a la Rebeldía,
a la rebeldía urgente.
Nos llega abrumadora
tu llamada constante
a la insolencia colectiva,
a quemar las naves
sembrando futuro
bajo las aceras
y las calles,
Nos llega el horizonte
certero
de tus luchas dignas
de hombre nuevo,
Me llegas terco en el abrazo
de tu nieta VIOLETA,
cálidamente abierto,
y me llegas todo en tu sangre
bandolera
que reverbera ya valiente
en el bravo vientre
de mi COMPAÑERA,
Me llegas, nos llegas
Tú, Gigante
cabalgando sobre el viento
de este mes de diciembre
negro,
entre la esperanza
y el recuerdo,
Tú, tan gigante siempre
y cabalgando sobre el viento.
Juan Antonio González Molina